Estas líneas surgen de tres entradas en la web VISORHISTORIA, que comentan el rodaje de las secuencias VII a X de la película Sierra de Teruel (André Malraux, 1939), filmadas casi íntegramente en Tarragona. Se intenta reflejar las dificultades de rodaje, las localizaciones de los exteriores utilizados, así como aportar los comentarios y anécdotas de quienes lo vivieron personalmente.
Nos dice Josette Clotis, la compañera de Malraux durante todo el rodaje en España, en una carta fechada el 22 de septiembre de 1938 dirigida a su amiga íntima Suzanne Chantal[i]: “Volvimos ayer de Tarragona, donde acabamos de pasar quince días. Los bombardeos son mucho más impresionantes que en Barcelona […] ¡Qué hermosa es esta ciudad! Debajo de las murallas tiene un jardín con higueras, naranjos, jazmines y, abajo, el mar. Todo lo que amo en el mundo”.
En esta misiva, Josette informa de que la filmación avanza a ritmo de tortuga, lo que es inquietante y saca de quicio a Malraux. Desde luego, para rodar la mayor parte de tres secuencias, la VIII (8 planos), la IX (23 planos) y la X (5 planos), en un perímetro limitado de la ciudad del sur de Cataluña, quince días parecen muchos. Veamos algunos detalles:
Cuenta la secretaria de producción, Elvira Farreras[ii], que Malraux aceptó que ella se uniera a la expedición con “toda la tropa”, aunque no hubiera sido necesaria su presencia. Se alojaban en el hotel París (hoy desaparecido, sito en la plaza Verdaguer, 3), habiendo establecido la secretaría en la 3ª planta, a pesar de que el único teléfono se hallaba en la planta baja. Relata también un par de anécdotas que pueden hacernos pensar cómo el paso del tiempo puede modificar un recuerdo. En la primera, narra que su hermano estaba de médico en La Sabinosa, así que al enterarse de que ella se encontraba en Tarragona fue a buscarla. Por casualidad preguntó por la calle de Móstoles, como le había indicado Elvira, a una persona que resultó ser André Malraux, y este le contó que era simplemente un nombre ficticio del guion, y no una calle de Tarragona. Bueno, veamos: La única posibilidad verosímil es que Elvira, que había mecanografiado el guion, recordara que en el plano 5 de la secuencia VIII, dice que ha visto un coche en la calle de Móstoles, a lo que Agustín responde: Sí, un Packard ocho cilindros (frase que no aparece en la película). Otra curiosidad es que tal modelo de coche corresponde al que pusieron a disposición de la escuadrilla España en Torrente (y que había sido requisado a una rica familia local), durante los últimos meses de 1936[iii].
Sin embargo, el coche ya no estaba en su poder y era mucha casualidad que entre los vehículos que les había cedido el gobierno hubiera tal lujoso modelo. Se pensó quizás en citar un coche potente, pesado, capaz de tumbar un cañón de campaña. Más adelante veremos que durante el rodaje en Tarragona se utilizaron dos coches (secuencia IX). También hemos visto en la primera cita que la compañera de Malraux indica la dureza de los bombardeos, lo cual no parece ser del todo cierto. Es humano que, en sus cartas, hinchara un poco las circunstancias para impresionar a su amiga Suzanne. Durante los días que duró el rodaje en Tarragona (aproximadamente del 5 al 22 de septiembre de 1938, hubo un único bombardeo (ver mapa)[iv], realizado por cinco Savoia S79 provenientes de las Baleares, a las 10:15h, con el resultado de dos muertos. Los libros consultados coinciden en que septiembre fue precisamente un mes tranquilo en comparación con el conjunto de 1938[v]. Además, aunque la alarma debió generar ansiedad, vemos que las bombas cayeron relativamente lejos tanto de las ubicaciones de rodaje como del hotel.
MAPA: Ataque aéreo Tarragona 18.9.1938 (González Huix, 1990:105) (Bombas caídas/Hotel/zona rodaje)
Contrasta también el dramatismo epistolar de Josette con algunos detalles que nos apuntan que en general fueron dos semanas agradables, incluso de cierto asueto cuando se salía del maremágnum del rodaje. Así, Elvira cuenta como, dado el buen tiempo que hacía, decidieron ir a la playa, para lo que fueron a comprar un bañador para Josette. También puede apreciarse en la actitud relajada, casi festiva, cuando nos dice; “por la noche, después de cenar, los técnicos y actores jugaban a las cartas y se divertían hablando y riendo hasta muy tarde… Entonces me iba a pasear con Max Aub y Denis Marion, y alguna vez también con Josette y Malraux, a ver el mar”, o cuando al regreso hacia Barcelona, la comitiva se para para comer unas uvas de un campo del Penedés. Estaban en su punto, pero al haber sido sulfatadas, al pobre Denis Marion se le hincharon monstruosamente las manos por una alergia[vi].
EL RODAJE:
Los planos de Sierra de Teruel rodados en Tarragona se inician en la secuencia VIII, en la que los exteriores se limitaron a la ubicación de las escaleras del Castell de Pilat, en la esquina con el Paseo de St. Antoni. Veamos comparativa del fotograma con imagen actual:
El guion indica al principio: Peligro: el mar, no descubrir más allá de la explanada[vii]. La proximidad del mar fue protagonista de otra anécdota contada por Elvira Farreras, que indica la precariedad con que se realizaba el rodaje: “Tuvimos que aplazar la vuelta a Barcelona 24 horas, pues había que esperar la llegada de la bala que era imprescindible para acabar una escena del cañón”, a lo que añade: “las escenas del cañón fueron rodadas con gran realismo, hasta el extremo de que en una de las escenas (secuencia IX), explotó una bala a pocos metros de una barca que estaba en la playa. Algunas gentes del pueblo hicieron correr la noticia de que se luchaba por las calles y que la guerra había llegado a Tarragona”[viii].
Los ocho planos de esta secuencia VIII siguen a los republicanos que, al doblar una esquina, ven un cañón que les impide el camino de salida. Hablan entre ellos y deciden ir a buscar un coche para estrellarlo contra el cañón y poder así salir. Cabe señalar que a pesar de ser voluntarios, tenían conocimientos de artillería, ya que en la conversación se dice[ix]:
CARRAL: ¿Quién entiende de cañones?
PEDRO: Tú. Barca, ¿no serviste en Marruecos?
CARRAL: ¿El 7,5 cada cuando dispara?
BARCA: Creo que 15 disparos al minuto. Esta es la teoría.
En efecto, se trata de un cañón Schneider 7 y medio, (75/28 mm). La República recibió durante la guerra al menos 200 unidades de dicho cañón, y otras se fabricaron en Trubia. Era un modelo antiguo, surgido en 1906, pero eficaz, con más frecuencia de tiro de la que supone Barca. Apuntando eran 20 y sin apuntar, 25 tiros por minuto[x].
Fotograma cañón (sec. IX) – Cañón Schneider 7,5 (sbhac.net)
LA ÚNICA SALIDA.
La peripecia de los republicanos que intentan salir de la ciudad para llevar dinamita y ayuda a los sitiados de Linás, sigue en la secuencia IX de Sierra de Teruel. Es quizás la más compleja entre las treinta y nueve de que consta la película, al menos por lo que a la variedad de localizaciones se refiere. Fue rodada en dos ciudades distintas y padeció múltiples percances que requirieron, como hemos visto, estar dos semanas en Tarragona, y aun así se tuvieron prisas de última hora.
Pero vayamos por partes. La primera es que los cuatro primeros planos de la secuencia IX[xi], fueron rodados en Barcelona, más concretamente en la calle Montcada, en el patio de lo que hoy en día es el Museo Picasso, para seguir luego en Tarragona. Estaban en las primeras semanas de rodaje, y se permitían el lujo de rodar con cierta coherencia, luego la guerra obligaría a montajes mucho más heterogéneos y caóticos. Es evidente que en la ciudad del sur de Cataluña había, y hay, localizaciones ideales para el guion, pero también lo es que lo mismo hubiera podido ser rodado en el Pueblo Español, a pocos pasos de los estudios Orphea, centro neurálgico del equipo. Pero fue así, como vemos a continuación en el detalle de las ubicaciones. Seguiremos los planos, con las imágenes correspondientes: fotograma y situación actual.
PLANOS 1-4:
El coche, en la calle de Móstoles. Carral y Agustín se acercan, se sientan, y aparece un perro en la parte trasera. El coche arranca y sale, los dos hombres delante, el perro detrás.
PLANO 5:
El coche dobla la esquina de la calle. Luego encara la Explanada.
Ubicación: Tarragona a partir de aquí: Calle Mayor, luego, calle de la Mercería, y dobla por el Paseo Torroja.
PLANO 6: Plano medio del cañón
PLANO 7: El coche avanza zigzagueando. Carral continúa disparando.
A partir de aquí, por problemas que se verán después, aparece el fruto del montaje de diversos fragmentos, en los que se narra el choque del vehículo con el cañón, lo que implica la muerte de Carral (Miguel del Castillo).
El conjunto finaliza en la Secuencia X, en la que se ven a los voluntarios pasando al lado del coche estrellado y, escondiéndose de los disparos de los rebeldes, correr para conseguir unos coches que los lleven a Linás (secuencia no filmada). Pues bien, en dicha escena el portal que se vislumbra tras el literario vuelo de palomas es el de Sant Antoni, cerrando así el periplo rodado en Tarragona.
EL PERRO Y EL COCHE.
El guion indica para la secuencia IX[xii]: En primer plano y de frente, en la calle de Móstoles, el auto […] Carral y Agustín (el cojo), llegan al coche. Se sientan en los asientos delanteros pero apenas han abierto las portezuelas un perro que estaba detrás se levanta…
Dicho perro tiene su qué. En efecto, ignoro la causa, pero André Malraux tuvo la manía de que apareciera un perro en el asiento trasero. Pero es obvio que, en el trajín del rodaje, el chucho no se estaba quieto, por lo que vemos a Max Aub (el hombre para todo), sujetarlo por las patas, escondido bajo el asiento posterior. Así se puede apreciar la cabeza canina en estos primeros planos. El guion finaliza indicando: Plano medio desde la parte delantera del coche: los dos hombres y el perro, que se ha erguido y ha puesto sus patas entre ellos. Obviamente, este plano se suprimió, no vemos en ningún momento el coche por su parte delantera y tampoco al perro en tal postura.
Previsiblemente, este pequeño corte se rodó antes de ir a Tarragona. El coche que aparece en el plano 1 (Barcelona), si no es el mismo se le parece mucho al que aparece en el plano 5, así como el perro, ya en Tarragona. Dicho can aparece en los primeros planos, hasta la calle de la Mercería de Tarragona, para luego desaparecer.
Sigamos con el perro. Estaba previsto que apareciera durante toda la secuencia, pues incluso en el plano 22, después del choque del coche con el cañón, se indica: “Se empieza en gran plano sobre la cara de Carral muerto. Sombras de golondrinas. Después la cámara retrocede y descubre a Agustín y el perro”[xiii]. Pero no fue así. A pesar de los esfuerzos de Max Aub, en algún momento el perro saltó y no se le vio más, no apareciendo a partir del plano 5 del guion. Cabe señalar que no se pudo rodar según lo previsto, pues este plano se recrea en varias tomas (ver trayecto). Luego el guion se vio recortado en algunos planos, en especial los que filmaban a los servidores del cañón. Para éste, Malraux indicaba en el guion: “Construir un cañón (solamente un alma de cañón) con las rayas muy visibles, de un diámetro aproximado de 30 cm…”[xiv], cosa que desde luego no se realizó, bastante hubo con disponer de una bala.
Para terminar con el chucho, leamos lo que dice Denis Marion[xv]: «André Malraux quiso introducir en el filme un elemento espectacular: detrás del vehículo se situaría un perro que, durante la carrera, se erguiría sobre el asiento y del que su cabeza sería cortada por un obús de los que tira el cañón. […] Con grandes dificultades (como testimonian las fotos del rodaje) el perro se colocó en el auto, pero no fue posible rodar el plano en el que el can (obviamente disecado) es decapitado por un obús invisible”. Correspondería al plano 17, que indica: “Plano americano de Carral y Agustín. El perro ha quedado partido en dos trozos”. El colaborador de Malraux saca la conclusión de que el arte del escritor y el del cineasta son distintos, aplicando a cada medio los recursos propios del mismo. Marion analiza con detalle dicha relación entre los dos medios en su libro[xvi]
Vayamos ahora por el coche. Según el guion, un Packard ocho cilindros. Pudiera serlo en la toma de Barcelona, y también en las primeras de Tarragona, aunque el visionado no permite mucha precisión. Pero desde luego, no el que vemos correr por las calles de Tarragona hacia el cañón que debe destruir.
Respecto al coche, hay una anécdota sobre él. Se debía rodar el choque del automóvil con el cañón, saliendo despedido Carral por encima del parabrisas. Para ello, se solicitó la aportación de un especialista que sustituyera al actor[xvii]. El enlace sindicalista exige que sea un actor de circo. Este sube y arranca el motor, pero a la primera curva choca e inutiliza el coche (¿sería en este momento cuando se esfumó el perro?). Ante los gritos de indignación del equipo de rodaje, da como excusa que él es acróbata pero que no sabe conducir. Entonces, un grupo se traslada a la plaza de toros de Tarragona, a la sazón depósito de vehículos de desecho (seguro que Max Aub estaba entre ellos), escogen uno descapotable (matrícula T 2055, del año 1927), algo parecido al destrozado (aunque con diferencias apreciables a simple vista, desde luego no un Packard), y lo llevan a la parte superior de una calle de fuerte pendiente, empujan y acaban la toma. En ella, quién salta por encima del parabrisas no es el actor que encarna a Carral, sino su doble. Veamos algunas imágenes ilustrativas:
Si hablamos del personal que colaboró en el rodaje, podemos decir que además del perro y el coche, se trasladaron a Tarragona los actores que aparecían en las secuencias precedentes (IV, VI y VII en Barcelona) y que daban continuidad al relato. Como personajes principales, además de los extras, cabe señalar que están presentes en Tarragona los que interpretaban a Carral y Agustín, el cojo (los dos que suben al coche). También, para rodar las secuencias VIII y X: Barca, Pedro y González (José Telmo). Si sumamos a los técnicos y asistentes, además de secretarias como Elvira Farreras, constatamos que la comitiva debió ser numerosa.
En resumen, quince días de septiembre, en los que se rodaron bastantes planos, en un ambiente apacible (salvo el día 18, y las alarmas habituales cuando se detectaba un avión enemigo, bombardeara o no), y con muchos tropiezos debidos a la falta de recursos y, también, a la impericia de algunos de sus participantes.
PARA VER SECUENCIA VIII: https://youtu.be/MVRcQByaiDg
PARA VER SECUENCIA IX: https://youtu.be/Uz8fGm2IN74
PARA VER SECUENCIA X: https://youtu.be/ZTUtMrHW6uU
SOBRE SECUENCIA X: https://www.visorhistoria.com/secuencia-x-la-huida/
PARA VER LOCALIZACIÓN EXTERIORES: https://youtu.be/wYPdk_WYrio
[i] CHANTAL, Suzanne. (1976). Un amor de André Malraux. Barcelona, Ed. Grijalbo. Página 115
[ii] FARRERAS, Elvira (1989). Testimonio. Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 288.
[iii] Ver capítulo correspondiente en La verdadera historia del rodaje de Sierra de Teruel en esta web. https://www.visorhistoria.com/la-verdadera-historia/#ULTIMAETAPA
[iv] GONZÁLEZ HUIX, Francisco J (1990) El asedio aéreo de Tarragona 1937-1939. Tarragona, Diputación de Tarragona -Institut d’Estudis Ramon Berenguer IV. Páginas 104-105.
[v] GONZÁLEZ HUIX, Francisco J (1990), página 104-105. ARNABAT i ÍÑIGUEZ (2013), Atac i defensa de la reraguarda (Els bombardeigs franquistes a les comarques de Tarragona i Terres de l’Ebre. 1936-1939. Valls, Cossetània Edicions. Página 531.
[vi] MARION, Denis (1970). André Malraux. Paris, Seghers -Cinéma d’aujourd’hui. Pág. 144
[vii] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 69
[viii] FARRERAS, Elvira (1989). Página 290.
[ix] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 70.
[x] https://www.amonio.es/canon_schneider_7528.htm
[xi] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 72
[xii] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 77
[xiii] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 77
[xiv] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Página 74
[xv] MARION, Denis (1970). Página. 56
[xvi] MARION, Denis (1970). « Le cinéma selon André Malraux », en : André Malraux. Paris, Seghers -Cinéma d’aujourd’hui. Pág. 82
[xvii] AUB, Max (1968) Prólogo al guion de Sierra de Teruel. México, Ed. Era. Página 12.