A veces, mezclar realidad histórica con la ficción puede generar dudas. Esto es lo que pasa con las ubicaciones señaladas en diversas secuencias de Sierra de Teruel. Citémoslas:
1.- Secuencia II: El aviador muerto es enterrado en la localidad de Chiva: Esto es real en cuánto la Escuadrilla estuvo instalada en sus cercanías (La Señera, en Torrente), durante los últimos meses de 1936, hasta febrero de 1937, cuando se disolvió. Sin embargo, el lance corresponde a un combate aéreo en las cercanías de Talavera, el 3 de septiembre de 1936, cuando la escuadrilla se encontraba aún en la zona de Madrid, lugar donde murió Viezzoli.
2.- Secuencia III: Se plantea la crítica situación de Linás, con la esperanza de que algunos pueblos cercanos se han sublevado contra los rebeldes, y la columna de Jiménez está acercándose. El diálogo es[i]:
PEÑA: Escatón, Pinares, Navas y Puerto Veleto y otros pueblos se han sublevado esta noche.
MUÑOZ: ¿Hasta dónde?
PEÑA: Hasta Linás.
Aquí, los nombres de los pueblos son ficticios, la única semblanza sería con Linás (de Broto), pero situado en la provincia de Huesca, en las estribaciones del Pirineo, no parece plausible que fuera allí donde se desarrollaron los hechos narrados[ii]
Lo que con buena voluntad histórica sí podría darse por aproximadamente real es el plano que muestra Peña a Muñoz. Posiblemente (si la hipótesis de que hilaron tan fino al hacer el mapa es cierta) sería que las dos líneas del mapa en la secuencia corresponden (de derecha a izquierda) a la carretera de Zaragoza (antes de Teruel) en la parte superior, y al trazado del ferrocarril en la inferior.
Si ello fuera así, los pueblos citados como levantados en armas contra los franquistas, serían Mora de Rubielos, La Escareuela y Sarrión. Por la misma lógica (insisto, muy débil), el Linás de la ficción podría ser la Puebla de Valverde o alguno más al sur, según se puede apreciar en la comparativa al final de la entrada..
Pero volvamos a ella: En aquel momento (diciembre 1936), todos estos pueblos eran ya republicanos, según muestra el mapa[iii], y el único rebelde que podía estar cerca de Teruel (salvo los clandestinos que no estén reseñados) sería el de Caudé. Ello encajaría cuando durante la secuencia XXXIV Muñoz dice: Parece que en Teruel no nos han visto. No han disparado. También coincide la mención de Peña, que también se cita en la novela[iv]:
”Si no encontraban el campo pronto, si la alarma estaba dada, tendrían encima los cazas enemigos de Zaragoza y de Calamocha (a 70 km de Teruel)”. Y sigue con una indicación que acerca aún más a Caudé (12 km de Teruel) al indicar que pasan de largo de la capital de provincia: “Única protección, las nubes. 31 kilómetros de Teruel, 36, 38, 40: el avión picaba”.
Sigamos ahora con la historia: En realidad, el ataque en el que fue derribado el Potez Ñ, con la muerte de BelaÏdi, etcétera, fue una misión de ataque a Teruel, como bien señala Paul Nothomb. Faltaba aún un año para que la República se decidiera a ocupar Teruel, pero ya se tenía la voluntad de planear incursiones, como las de la XIII Brigada Internacional, a partir de mediados de diciembre. La intención era provocar el desplazamiento de tropas franquistas que aliviaran un poco la situación de Madrid. En este contexto, la operación del 27 de diciembre de la escuadrilla Malraux tenía como objetivo, como dice Nothomb[v]: La estación y sus inmediaciones, la carretera y la vía férrea que conducen a Zaragoza y la central eléctrica. Nada que ver pues con el campo clandestino detectado por el campesino (suceso del 1 de septiembre en la provincia de Valladolid), y tampoco con la destrucción de un puente para evitar que las tropas franquistas ataquen Linás.
Desde luego, ni L’espoir ni Sierra de Teruel son un manual de historia. Es ficción basada en hechos reales más o menos desplazados en el tiempo y aliñados a gusto. Pero el objetivo final se consigue plenamente: en primer lugar, indicar la valentía, el heroísmo de unos internacionales que luchaban en inferioridad de todo tipo, ataando objetivos con bombarderos sin la necesaria protección de los cazas, el empecinamiento en conseguir su objetivo a pesar de todo, y el heroísmo de la población civil (José el campesino) y su solidaridad con la causa republicana (los lugareños que acuden a auxiliar al avión siniestrado). Lo iremos viendo.
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[i] AA.VV 1989 Sierra de Teruel, cincuenta años de esperanza. Página 56.
[ii] En AUB (2002), la nota 136 (a la referencia a Linás de la página 150), indica: Linás de Broto es un municipio de la provincia de Huesca, en el partido judicial de Boltaña. Ello es cierto, pero no corresponde al Linás ficticio de la película y la novela.
[iii] SALAS LARRAZÁBAL (1972). Página 81, Imagen III
[iv] MALRAUX (1995). Página 507.
[v] NOTHOMB 2001, PÁGINA 120.