Mi amigo, Antoni Cisteró, gran admirador de Max Aub, había detectado hace tiempo unos artículos difamatorios sobre la figura de dicho autor, que pretendían involucrarle en una trama de guerra bacteriológica durante el verano de 1937. Para desmontar el bulo, investigó y publicó sus hallazgos en el blog VisorHistoria[1].
Solo le quedaba un eslabón por conseguir, así que a finales de diciembre de 2023, recibí un mensaje de Antoni Cisteró preguntándome dónde podría conseguir el libro “La vie aventureuse du Breton Jean Bouguennec”. En esos momentos no me encontraba en Francia y le dije que a mi regreso lo buscaría. Sin embargo, como bibliotecaria que sigo siendo, mi primer instinto fue el de interrogar el catálogo de la Bibliothèque nationale de France (BnF)[2], de donde me jubilé, y lo encontré. El autor había hecho el depósito legal[3]. Interrogué también los otros catálogos nacionales[4] y ninguna biblioteca universitaria y de investigación lo tenía.
Antoni ya había pensado en la posibilidad de pedirlo por préstamo entre bibliotecas y le dije que tendría que hacerlo por intermedio de la Biblioteca Nacional de Catalunya.
Cuando regresé de navidades, me fui a buscarlo en librería y me contestaron que el libro no se encontraba en el comercio porque era una publicación por cuenta del autor. Me dije, va a ser difícil conseguirlo… Pasó un tiempo y Antoni me volvió a escribir diciéndome que ya estaba inscrito en la Biblioteca Nacional de Catalunya y que le enviara la referencia completa del libro para hacer la gestión del préstamo. Se la envié rápidamente.
Seguí en la búsqueda del libro por internet. Encontré algunos artículos sobre la presentación del libro en la prensa local bretona de 2015, año de su publicación. Uno en particular en Le Télégramme[5] daba algunos datos personales del autor como, por ejemplo, el lugar donde vivía. Mientras tanto Antoni hacía sus gestiones de préstamo pero al cabo de unos días obtuvo una respuesta negativa: la BnF no hace préstamo de sus colecciones. Me sentí descorazonada porque este servicio si había existido y lo habían suprimido. Le contesté a Antoni diciéndole que iría a la BnF a consultarlo ya que como antigua bibliotecaria de la BnF tengo la tarjeta de investigador. Le di la fecha y la hora en que lo había reservado para ir a consultarlo. Así fue, llegando a la sala de lectura, uno de mis antiguos colegas me prestó el libro para consultarlo y empecé a dialogar con Antoni vía WhatsApp. Le hice fotos de la tabla de contenidos donde se encontraba el capítulo que le interesaba: “En guerre d’Espagne (1936-1939). Une tentative de guerre bactériologique contre l’Espagne nationaliste”. Revisé todo el libro para saber si había algo más que le pudiera interesar. En un momento dado recibo un mensaje de Antoni diciéndome: “Me siento como Watson esperando las pesquisas de Holmes”, ¡qué risa me dio!
Era imposible fotografiar el capítulo porque el libro no se abría bien y no quería dañarlo. Pensé que era mejor pedir una reproducción del capítulo y Antoni estuvo de acuerdo. Sin embargo ¡obtener un ejemplar del libro era lo ideal!
Como he dicho antes Le Télégramme daba el lugar donde vivía el autor, así que me decidí a buscar el número de teléfono del ayuntamiento de L’Hôpital-Camfrout, pueblo de unos dos mil habitantes, donde reside Jean-Pierre Montfort, el autor del libro. Llamé con dudas de poder obtener su dirección o su teléfono, me presenté y les informé del motivo de mi llamada. Me atendieron amablemente, me dijeron que lo conocían muy bien, además que incluso en el pueblo había una calle con el nombre de Jean
Bouguennec. Obtuve la dirección de su casa y se excusaron porque no tenían su teléfono. Me pidieron mis datos personales y por supuesto se los di. Les agradecí y les dije que escribiría rápidamente al señor Montfort.
Ese mismo día le escribí explicándole el interés de obtener el libro para mi amigo Antoni Cisteró. Unos días después, recibí una llamada del autor y le pregunté qué debía hacer para obtener el libro y me dijo: envíeme un cheque y al recibo de este le mando el libro. ¡Qué contenta me puse! De inmediato informé a Antoni, mis búsquedas estaban al fin dando frutos. Así fue, el libro llegó en correo recomendado; mi sorpresa fue que el autor me había escrito una dedicatoria que no me esperaba porque el libro es para Antoni. Avisé a éste que ya tenía el libro y le acusé recibo al señor Montfort. Ese mismo día fui a Correos y se lo remití a Antoni por “Lettre internationale suivi” para hacer su seguimiento hasta el destino.
Ha sido una “aventura” de varios meses que se cierra con un “Happy end”.
Fabiola RODRIGUEZ LOPEZ
Conservadora de bibliotecas jubilada (BNF). Marzo 2024
SABER +: MAX AUB Y EL TIMO DE LOS BACILOS. (Intento de involucrar a Max Aub en una campaña de desprestigio de la II República española)
—–NOTAS—–
[1] https://www.visorhistoria.com/1937-max-aub-y-el-timo-de-los-bacilos/
[2] https://catalogue.bnf.fr/index.do
[3] El Depósito legal es la obligación de las editores, impresores, productores, importadores… de depositar un ejemplar de un documento à la Bibliothèque nationale de France. Fue creado por François Ier en 1537.
[4] https://www.sudoc.abes.fr/ y https://ccfr.bnf.fr/portailccfr/jsp/public/index.jsp
[5] Le Télégramme, 2015/05/15: https://www.letelegramme.fr/finistere/saint-eloy-29460/spanlivrespan-la-vie-du-resistant-jean-bouguennec-2419816.php